Caminata CUBO DE LA GALGA + Playa de Nogales

Los bosques de laureles en Puntallana, La Palma, son una maravilla natural. El sendero de el Cubo de la Galga es uno de los senderos más populares de la zona, que ofrece una caminata única a todos los que visitan La Palma. Está rodeado de una vegetación espectacular y es el lugar perfecto para una caminata con la familia por el esplendor de los bosque de la laurisilva. La ruta, en su la parte del bosque, es relativamente fácil de recorrer y es muy adecuada para familias, ya que no tiene senderos muy empinados o peligrosos. Al mismo tiempo, ofrece varios miradores espectaculares, como por ejemplo el de Somada Alta,  haciendo que sea una experiencia única para todos los senderistas y familias ya que  se puede admirar el maravilloso paisaje que se extiende a sus pies.

El sendero asciende lentamente desde una altura de 600m hasta casi los 800m, siempre envuelto por la frondosa vegetación llena de plantas y helechos.

Una vez dentro del bosque, nos encontramos rodeados de helechos prehistóricos que forman una alfombra verde por todo el lecho del barranco, donde los árboles gigantescos, los cuales pertenecen a la gran familia de la “laurisilva canarias” crecen ocupando el cielo de “el bosque encantado”. El sendero que nos conduce hasta el punto más alto de nuestra ruta es muy sombrío, y en ocasiones la humedad puede ser tal, que el agua mana directamente de la roca sin más, debido a la existencia de numerosos acuíferos naturales en la isla.

Una vez alcanzado el punto más alto de la ruta, el mirador de Somada Alta, hacemos una pequeña parada para disfrutar de uno de los mejores miradores que tenemos en la zona este de la isla. Si el día está despejado podemos ver las islas de Tenerife y la Gomera. Ahora bien, lo más interesante de todo sería ver cómo este manto verde de vegetación se extiende ladera arriba hasta que lo perdemos de vista, casi hasta las cumbres de la isla, lugar donde hacemos la caminata de La Cima de la Isla, otra ruta de senderismo en La Palma.

Si miramos hacia la costa podemos ver justo delante de nosotros el pueblo de San Bartolo, donde haremos la parada del almuerzo. Un poco más a la izquierda nos quedan los pueblos de los Sauces y el pintoresco pueblo de San Andrés junto a la costa. El descenso es mucho más sencillo, ya que transcurre por una pista forestal, también llena de otras variedades de árboles de la laurisilva aunque esta vez, de esas especies que les gustan crecen en las partes más soleadas del bosque.